Motivados para el Trabajo en Equipo. La proyección del SER individual

 



Motivados para el Trabajo en Equipo. La proyección del SER individual

 

El trabajar en equipo parte de la expresión humana del SER individual, de la persona. Cuando trabajamos bajo esa modalidad y nos incorporamos a un determinado proyecto o estamos reunidos por un objetivo común, cada uno de nosotros lleva al equipo lo que en esencia le define como SER individual.

No nos convertimos mágicamente en otras personas cuando integramos un equipo, somos lo que somos, y en ese equipaje están nuestras emociones, creencias, pensamientos, personalidad, miedos, temores, fortalezas; eso es lo que podemos ofrecer. No podemos dar más de lo que tenemos dentro de nosotros, por eso cuando queremos conseguir una actuación elevada en cualquier ámbito de nuestra vida, lo que podemos hacer es regresar al ser individual, al auto observarnos.

Trabajar en equipo expresa unas bondades adicionales al trabajo en grupo, que no sólo se reflejan en el producto del trabajo, sino en las oportunidades de desarrollo y crecimiento personal. Relacionarse con el otro permite aprender y desarrollar nuevas competencias, salir fortalecido de la experiencia, y ya no se trata sólo de aprender rápidamente —que es una exigencia actual del trabajo en equipo— sino también de enseñar al otro.

En el escenario del trabajo en equipo hay varias expresiones elevadas representadas por: sinergia, cooperación, colaboración, aprendizaje, respeto, transparencia, tolerancia, empatía, entre otras. En empatía me voy a detener para precisar que esta se refiere a la conexión que logramos hacer con el otro y que nos permite sintonizar con lo que puede estar pensando y sintiendo esa otra persona frente a una situación particular. Es cuando, más que opinar, juzgar o criticar, logramos entender lo que está viviendo, el por qué está actuando como actúa, el por qué piensa cómo piensa o por qué siente como siente. Algunas personas están acostumbradas a reaccionar y pasan a opinar, a juzgar desde lo que creen que harían ellos si estuvieran en esa situación. Ser empáticos no quiere decir compartir su opinión, ni su visión, quiere decir comprender, esto en un equipo de trabajo, es fundamental.

La sinergia por su parte, habla de una suma de energías individuales, de procesos personales y visiones que llegan a un punto en el que se convierten en visiones compartidas y generan un resultado mucho más elevado que si lo hiciéramos individual o la asumiéramos como la simple suma de las partes.

Estar motivados para el trabajo en equipo supone entonces el tener consciencia de lo que me define y de lo que aun debo desarrollar para un mejor desenvolvimiento y una experiencia más cómoda y fluida con el otro. Es identificar esas resistencias que pudiesen estar ancladas a patrones de comportamientos individuales, creencias y actitudes que les hacen pensar y proyectar la idea de que trabajar solo es mejor, más seguro, rápido, menos incómodo, menos riesgo de que el otro afecte negativamente tu ritmo y así otras valoraciones que pudiesen ser producto de experiencias de trabajo, que no han sido del todo gratificantes o que han dejado marcas importantes y recuerdos emocionales de los cuales no ha sido sencillo desprenderse.

Si a esto sumamos algunos rasgos de personalidad asociados a la introversión y al temor de relacionarse con el otro, estamos frente a un reto profundo porque toca las resistencias personales de quienes serían los miembros del equipo, sin dejar de reconocer que también tenemos a las personas dispuestas, optimistas, entusiastas, comprometidas con experiencias favorables, extrovertidas, etc.

Según haya sido nuestra vivencia al trabajar con otros, nuestras creencias, nuestra personalidad estaremos más o menos motivados a integrar nuevas experiencias de ese tipo. Sobre este punto de la motivación cabe resaltar que es un proceso muy personal porque no todos nos movemos por los mismos motivos y no todos los motivos nos impulsan de igual forma. Cada quien construye sus propios significados, sabemos que está la llamada motivación intrínseca y la extrínseca, y ya hay suficiente validación de la fuerza que sobre las motivaciones externas, tienen aquellos factores que surgen y se encuentran en nuestra interioridad, como por ejemplo el reconocimiento de lo que somos capaces de hacer y alcanzar.  


Podríamos hacernos una pregunta fundamental ¿estoy motivado para el trabajo en equipo? Y más aún, ¿estoy motivado para el trabajo en equipo en entornos virtuales?, como modalidad privilegiada en la actualidad dada la situación que estamos viviendo. Vean una situación importante, las competencias, habilidades, destrezas, conocimientos y actitudes requeridas para trabajar en los entornos virtuales, son las mismas que las planteadas a los equipos de trabajo presencial. Se añade un elemento fundamental representado por las tecnologías de la información y la comunicación, así como los nuevos esquemas de interacción digital de comunicación en la red, los nuevos estilos de conducción de equipos, gestión de proyectos y mayor autonomía y madurez en los miembros del equipo.

Cuáles podría ser esa motivaciones que me identifican para trabajar en un equipo, junto a otras personas ¿Me motiva por ejemplo el interés por aportar, contribuir, sentirme útil, enseñar, aprender, conocer gente, ser parte de algo?, o ¿me motiva seguir pautas para ser bien evaluado, obtener reconocimiento profesional o técnico, abanderar resultados positivos del trabajo, optar a ascensos, a mejores posiciones? No vamos a entrar en el campo de calificar las motivaciones, sino centrémonos en la invitación e importancia de hacer ese proceso de revisión, para garantizar que lo que deba hacer dentro del equipo de trabajo lo haga desde la mejor disposición y motivación, con lo cual de seguro habrá un efecto o impacto positivo en el resultado. Sin embargo, es muy importante cuando evaluemos nuestros motivos recordar que lo mejor es hacer lo que debo por las razones correctas, por lo cual estar motivado no se circunscribe a tener el impulso para hacer algo, sino que las razones deben ser valoradas en el campo de la mejor actuación humana.  

En ese análisis de mi motivación para trabajar en equipo es necesario también validar cuáles pudieran ser mis resistencias si la respuesta a la pregunta ¿le gusta trabajar en equipo? fuese: a veces, no siempre, con algunas personas, dependiendo del equipo, etc. Esa relatividad de la disposición pone en evidencia unos baches que seguramente tienen razones internas y externas. Las primeras están bajo nuestro control, las segundas no. 

Hay una pregunta interesante con respecto a las competencias que se necesitan para trabajar en equipo, la misma refiere a si es necesario que yo tenga desarrollada todas esas competencias requeridas para el trabajo en equipo o puedo irlas desarrollando en la experiencia de trabajar con el otro.

Las dos situaciones son válidas. Puedo comenzar a desarrollar ese conjunto de competencias en la experiencia relacional y de interacción, sea presencial o virtual, con las otras personas que integran el equipo, y puedo ir desarrollando aquellas que no estén consolidadas o incorporando nuevas competencias. Lo importante es tener claridad en cuál es el perfil que me define y mi capacidad de respuesta real y efectiva ante las exigencias del proyecto en su perspectiva técnica y humana.

Motivación tiene que ver con comprender por qué hago lo que hago, hacia dónde voy o vamos como equipo, las razones correctas compartidas en una visión común, el sentido y propósito que se aspira alcanzar, los resultados, el ritmo que debe llevarse para atender lo que sea necesario en forma oportuna, lo cual implica incluso atender a tiempo los procesos internos del equipo que no pueden dejarse o posponerse y, algo vital en la experiencia de trabajar con otros, que es disfrutar lo que se hace. Esto tiene relación con el compromiso de todos los que integramos un equipo en contribuir con el mejor ambiente de trabajo posible.  

¿Qué será entonces el trabajo en equipo y la modalidad del trabajo en equipos virtuales? Vamos a verlo y a definirlo como esa gran oportunidad de trabajar en forma coordinada desde la complementariedad con otras personas, guiadas por un objetivo común y sobre la base de un funcionamiento relacional que facilita el desarrollo de nuevas competencias en sus miembros y la satisfacción del alcance de objetivos bajo el mejor ambiente posible.  El campo de lo virtual agrega a esa visión, el aprovechamiento de las bondades de la Tecnología de la Información y la Comunicación, que suple la falta de presencialidad, pero sigue reconociendo como fundamental el mantener la interacción, en este caso, por vía digital, entre sus miembros.

La motivación hacia el trabajo en equipo en entornos virtuales supone estar ganados para nuevos aprendizajes en el campo de lo digital y de las herramientas tecnológicas. Así como, para incorporar nuevas modalidades que irrumpen con los patrones tradicionales de comunicación e interacción. Es importante mantener el acatamiento a las pautas establecidas para llenar los vacíos que se generan ante la falta del contacto presencial.

Estar motivados para el trabajo en equipo en entornos virtuales, es también preocuparse por los silencios del otro, por aquel que no atiende las pautas o entregas de avances, por saber cómo está llevando su proceso de adaptación y qué tipo de apoyo requiere. Es apertura, flexibilidad y trascender el pensamiento de la responsabilidad personal al de la responsabilidad en el equipo. No basta con hacer bien mi trabajo, sino que debo contribuir al trabajo del equipo, tener una visión completa del proceso o del proyecto más allá de lo que corresponde a mi área de actuación.

Cuando trabajamos en equipos debemos estar dispuestos a incrementar nuestra capacidad de asimilar conocimientos, extrapolar buenas prácticas, formular ideas eficaces, dar respuesta frente a diferentes situaciones y dificultades, etc. Supone el identificar puntos clave y comunes que permitan responder ¿Qué nos une? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué quiere la empresa? ¿Qué sé yo que el otro necesita saber?, además de precisar ¿Cómo se hizo? ¿Cómo se hace? ¿Cómo se puede hacer mejor?, para avanzar en la optimización de los procesos y satisfacción del cliente. Supone habilidad creativa e innovadora y funciona como red de conocimiento.

Dentro del equipo todos somos responsables por el producto final y al estar motivados para trabajar en equipo no solo hago de mi permanencia ahí una grata experiencia, sino que contribuyo al mejor ambiente para los demás.

En ese espacio y experiencia de trabajo en equipo virtual, cada miembro desde la motivación personal debería aportar: compromiso con el trabajo que se va a llevar a cabo, disposición, calidad técnica, detalles relacionales para contribuir al mejor ambiente de trabajo, atender las pautas de funcionamiento, mantener impecables los canales de comunicación, medios, frecuencia, estilos, apoyar a los demás, dejarme apoyar, compartir y dar información necesaria, apoyar la sistematización de buenas prácticas y tener sentido de pertenencia al equipo y a la empresa, entre otros aportes. Ahora, ¿puedo dar o aportar lo que no tengo? Nuevamente, caemos en la reflexión de revisar el perfil que me define y establecer primero un compromiso conmigo mismo de desarrollo de esas nuevas habilidades o cualidades que requiero para desempeñarme con éxito.  

Les muestro esas cualidades, valores y competencias para que hagan un ejercicio muy particular de ir revisando desde la auto observación, el conocimiento de sí mismo y del nivel de dominio de la competencia o desarrollo del valor, para que cada uno estime cuál es el punto en que se encuentra y cuáles serían los compromisos para desarrollar esas habilidades.

Valor o competencia

    No la poseo 

Medianamente

     La poseo

 Consolidada

Unidad

 

 

 

 

Confianza

 

 

 

 

Responsabilidad

 

 

 

 

Respeto

 

 

 

 

Compromiso

 

 

 

 

Cooperación

 

 

 

 

Solidaridad

 

 

 

 

Transparencia

 

 

 

 

Entusiasmo

 

 

 

 

Optimismo

 

 

 

 

Constancia

 

 

 

 

Calidad

 

 

 

 

Orientación a logros y resultados

 

 

 

 

Gestión efectiva del tiempo

 

 

 

 

Tolerancia

 

 

 

 

Apoyo

 

 

 

 

Flexibilidad

 

 

 

 

Adaptabilidad

 

 

 

 

Capacidad de aprendizaje rápido

 

 

 

 

Interés

 

 

 

 

Comunicación interactiva y de apoyo

 

 

 

 

Asertividad

 

 

 

 

Empatía

 

 

 

 

Toma de decisiones

 

 

 

 

Autonomía

 

 

 

 

Autogestión

 

 

 

 

Colaboración

 

 

 

 

Participación activa

 

 

 

 

Motivación

 

 

 

 

Creatividad

 

 

 

 

Disciplina

 

 

 

 

Organización

 

 

 

 

Orden

 

 

 

 

 

La buena noticia, es que como toda competencia, la referida a Trabajar en equipo también puede desarrollarse, cultivarse en la práctica, en la revisión y atención consciente de cómo soy ante la exigencia de relacionarme con el otro, cómo son mis modelos o habilidades comunicacionales, cuáles son mis temores cuando debo integrarme con otras personas, mis resistencias a compartir información o mi apertura, mi disposición a enseñar a otros o mis miedos a no poder explicar algo, etc. Cuando comenzamos a ver que todo esto es posible trabajarlo, ya abrimos la primera puerta hacia ese camino que vamos a recorrer.


La motivación nos da el impulso, son esas razones que nos llevan a hacer lo que tenemos que hacer desde el agrado y satisfacción, pero la disciplina y el compromiso es lo que nos va a permitir consolidar ciertas conductas como hábitos, por lo que debemos estar conscientes de cuáles son esos hábitos que necesito incorporar para facilitar mi experiencia y desempeño efectivo en el equipo. Hay que disfrutar la experiencia de trabajar en equipo para que sea agradable y enriquecedora, hacia allá debe estar orientada nuestra energía y emociones elevadas con esa clave que nos hace ser mejores personas.


Arelis Ramírez

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