Auto observación y Motivación. ¿Qué y cómo auto observarnos?
¿Qué y cómo
auto observarnos?
Parte 2
Hoy
hablaremos de qué auto observar y cómo hacerlo. Serán algunos referencias o guía
sobre un proceso que, al ser tan personal, tiene las mismas distinciones
individuales de quien lo ejerce. Sin embargo, hay algunos elementos que ya han
sido aplicados por quienes se han dedicado a ese tipo de prácticas complementarias para abordar el conocimiento de sí mismo, dando fe y garantía de que, aplicada de la forma adecuada,
permite cambios en la vida de una persona e incluso transformaciones radicales, en otras.
Ante
la pregunta qué auto observar, preciso la importancia de plantearnos
observar íntimamente en ese ejercicio privado, tanto nuestra luz como nuestra
sombra, nuestros tesoros y nuestros abismos o profundidades. Sin embargo, es
importante estar claros en que lo que más esfuerzo exige y posibilidades de
cambio abre, es el observar esas profundidades o manifestaciones ocultas de mis diferentes
“YO” oscuros.
Observa tus pensamientos, emociones, sentimientos, impulsos
motrices, reacciones, fantasías, miedos, temores. Así mismo, está muy atento a
observar pensamientos o sensaciones y emociones asociadas a apegos, resentimientos,
vicios, envidia, terquedades, orgullo, ambiciones y otros similares. Recuerda
que observarlo conscientemente debilita su expresión y puede salir a la luz lo
que verdaderamente te define como ese ser maravilloso que estás llamado a evolucionar.
Auto observa de igual forma, aquello que
sientes y piensas cuando estás en momentos o situaciones de felicidad, junto a personas
que te agradan y ante acontecimientos que te elevan. Eso te permite fortalecer la
sensación plena de felicidad y vincularte al deseo permanente de su réplica.
Observa tus pensamientos. Los pensamientos, en especial bajo el enfoque cuántico, tienen mucha energía y están constantemente afectando nuestra realidad. Estos son ondas de frecuencia dimensional, por lo que la mente es receptora y proyectora de esos pensamientos. En razón de lo expuesto, es muy importante tener un filtro de receptividad y ser selectivo con los pensamientos, para cual necesito energía y poder.
Observa
tus pensamientos. Identifica si son positivos o negativos, pregúntate ¿qué los produce? ¿El
temor, el miedo, la ansiedad, la incertidumbre? Recordemos que los pensamientos
tienen un efecto en las emociones.
Los pensamientos son el
lenguaje del cerebro y las emociones son el lenguaje del cuerpo.
Observa tus emociones y sentimientos. En general todo lo que se conoce dentro de los fenómenos afectivos, incluye las emociones, los sentimientos, los estados de ánimo, entre otros aspectos. Las emociones son expresiones multidimensionales caracterizadas por cuatro componentes: cognitivo: (cómo se llama y qué significa lo que siento), fisiológico (cuáles cambios biológicos experimento), funcional (hacia dónde dirige cada emoción, mi conducta) y expresivo (a través de cuáles señales corporales se expresa).
Todo
este proceso de auto observar las emociones implica preguntarse, qué estoy
pensando para sentirme así. Desde dónde se generan esos bloqueos. Esta última
pregunta implica un proceso de revisión sobre las creencias, identificarlas y
llevar a cabo el propósito de sustituirlas por creencias potenciadoras. Las
creencias limitantes son ataduras que me mantienen viviendo en el pasado y me
impiden la plena conexión y disfrute del “aquí y el ahora”.
Para
algunos, este podría ser un proceso para el cual requieren de apoyo o como
mínimo de tiempo y reflexión, no obstante, los resultados una vez que se hacen
conscientes en el sé que no sé, es como si se abriera un gran portal de luz
frente a nosotros. De ahí en adelante inicia el reto del cambio.
Observa tus hábitos y
la acción que se genera
Este
campo de la auto observación convoca a reconocer cuáles son mis hábitos
automáticos, mis creencias, mis bloqueos, mis patrones de acción provenientes de
esa información contenida en mi subconsciente o inconsciente. Es una conexión
profunda e íntima con aquello que aún no sé que determina en parte mi acción.
Cumplida esta misión, paso a observar el mundo externo, voy del mundo
interior al externo y ahí debo recordar que cuando observo el mundo externo debo
admitir que todo es mi espejo.
Implica
observar cómo me relaciono con el otro y qué nivel de interacción desarrollo
con los demás. Es importante revisar qué muestro a los demás sobre mí ¿Qué soy
capaz de hacer y bajo cuáles circunstancias?, ¿cómo me proyecto con base a mis
actuaciones? ¿Cómo me desenvuelvo en ese mundo externo? ¿Qué de lo que el otro
muestra es mío? La respuesta siempre dentro, nunca fuera.
Pasemos
ahora a revisar algunos de los beneficios de la auto observación consciente. Al
verlos, de seguro irán encontrando muchos otros que ir agregando y de eso se trata.
Tómate el
tiempo para darte cuenta de esto y mátenlo como una práctica eficaz.
Beneficios de la
auto observación consciente
- Te acercas cada vez más al proceso de autoconocimiento, sin juzgarte.
- Desarrollas
una mirada más amorosa y compasiva contigo.
- Adquieres
mayor serenidad por la recurrente práctica de las actividades conectivas
(respiración consciente, relajación y meditación), para pensar, sentir y actuar
en tu vida.
- Estás
más consciente de la importancia de estar en permanente presencia consciente en
tu mente.
- Ayuda
a encontrar o reforzar sentido de dirección, foco en tu vida.
- Nos
permite establecer el nivel de consciencia en el que estoy.
- Somos
más creativos.
- Reconocer
nuestras emociones para gestionarlas adecuadamente. Evita tener puntos ciegos o
minimizarlos.
- Reconocer
nuestras creencias y actuar en función de sustituir aquellas que sean limitantes
para la manifestación de lo que quiero se presente en mi vida.
- Permite
trabajar nuestros miedos, condicionamientos mentales, psicológicos y de
personalidad, así como los bloqueos.
- Reforzar
nuestros pensamientos positivos y las emociones elevadas.
- Desarrollar
nuevos hábitos conscientes y sustituir hábitos insanos o tóxicos.
- Aprender
de nuestra experiencia.
- Estar
en el “aquí y el ahora”.
- Más
posibilidad de pasar a un nuevo estado del SER.
- Darnos
cuenta de informaciones pro supervivencia que están actuando fuera del campo de
la conciencia, informaciones que hacen que se tome una acción o se haga un
juicio de manera automática, sin comprender por qué escogemos hacerlo.
- Darnos
cuenta de los pensamientos o informaciones que aparecen en nuestra pantalla
mental y que han ido quedando almacenadas en nosotros.
- Darnos
cuenta también si esta información la hemos clasificado como placentera o
dolorosa.
- También
nos permite darnos cuenta de los sentimientos que quedaron relacionados a estas
informaciones (inteligencia emocional).
- Nos
permite darnos cuenta (al observar lo que manifiesta el cuerpo), de la química
de las emociones que como impulsos para la acción se somatizan en el cuerpo
(marcadores somáticos).
¿Cómo
auto observarme?
Finalmente, interesa describir cómo auto observarme.
Las orientaciones para estas prácticas conectivas están tomadas del libro “El poder del Ahora” de Eckhart Tolle, lectura que recomiendo ampliamente.
· EMPIEZA POR ESCUCHAR LA VOZ QUE HABLA
DENTRO DE TU CABEZA, y hazlo tan frecuentemente como
puedas. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento
repetitivo, que pueden haber estado dando vueltas en tu cabeza durante años.
· Esto es lo que llamo «observar al
pensador», que es otra manera de decir: escucha la voz dentro de tu cabeza,
mantente allí como presencia que atestigua.
· Pronto te darás cuenta de esto: la voz
está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta comprensión Yo soy, esta
sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento. Surge de más allá de la
mente.
· Así, cuando escuchas un pensamiento, no
sólo eres consciente del pensamiento, sino también de ti mismo como testigo del
pensamiento. Ha hecho su aparición una nueva dimensión de conciencia.
· En este estado de conexión interna estás mucho más alerta, más despierto que en el estado de identificación mental. Estás plenamente presente. Y también se eleva la frecuencia vibratoria del campo energético que da vida al cuerpo físico.
En tu vida cotidiana puedes practicar esto tomando cualquier actividad rutinaria, que habitualmente sólo es un medio para un fin, y darle toda tu atención para que se convierta en un fin en sí misma. Por ejemplo, cada vez que subas o bajes algunas escaleras, presta mucha atención a cada escalón, a cada movimiento, incluso a tu respiración. Mantente totalmente presente. O cuando te laves las manos, presta atención a todas las percepciones sensoriales asociadas con esa actividad: el sonido y la sensación del agua, el movimiento de tus manos, el aroma del jabón, etc. O cuando entres en tu carro, después de cerrar la puerta, detente durante unos segundos y observa el flujo de tu respiración. Toma conciencia de una silenciosa pero intensa sensación de presencia.
Del mismo autor Tolle, les resumo lo siguiente:
Hay un criterio que te permite medir el éxito logrado en esta
práctica: el grado de paz que sientas en tu interior.
La mente, no es únicamente el pensamiento. Incluye también las
emociones y las pautas de reacción inconscientes, tanto mentales como
emocionales. La emoción surge en el punto donde cuerpo y mente se encuentran.
Es la reacción del cuerpo a la mente o, dicho de otra forma, el reflejo de la
mente en el cuerpo.
Cuanto más te identificas con el pensamiento, con lo que te gusta o
disgusta, con tus juicios e interpretaciones, es decir, cuanto menos presente
estás como conciencia observante, más fuerte es la carga de energía emocional,
seas consciente de ella o no. Si no puedes sentir tus emociones, si estás
desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como
un problema o síntoma físico.
Observa la emoción o, más bien, siéntela en tu cuerpo. Si existe un
conflicto aparente entre ambos, el pensamiento es el que miente y la emoción
dice la verdad. No la verdad última de tu identidad real, sino la verdad
relativa de tu estado mental en ese momento.
Observar una emoción es básicamente igual que escuchar u observar
un pensamiento. La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu
cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente
principalmente en el cuerpo.
Adquiere el hábito de preguntarte: ¿Qué está pasando dentro de mí en este momento? Esa pregunta te
orientará en la dirección correcta. Pero no analices, simplemente observa.
Enfoca tu atención hacia dentro. Siente la energía de la emoción.
Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo?: peligro, estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?
Observa cualquier actitud defensiva que
surja en ti. ¿Qué estás defendiendo?: una identidad ilusoria, una imagen
mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo,
puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a
disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia.
Emplea tus sentidos plenamente. Trata
de estar donde estás. Mira a tu alrededor. Simplemente mira, sin
interpretar. Observa la luz, las formas, los colores, las texturas. Sé
consciente de la presencia silenciosa de cada cosa. Sé consciente del espacio
que permite que cada cosa sea.
Escucha los sonidos; no los juzgues. Escucha el silencio debajo de
los sonidos. Toca algo, cualquier cosa, y siente y reconoce su Ser.
Observa el ritmo de tu respiración; siente cómo fluye el aire
dentro y fuera, siente la energía de vida dentro de tu cuerpo. Permite que todo
sea, tanto dentro como fuera. Permite y reconoce la «cualidad» de las cosas.
Siente tu respiración.
Siente el aire que fluye dentro y fuera de tu cuerpo. Siente tu campo de
energía interna. Lo único que tienes que afrontar, con lo que tienes que
lidiar en la vida real. Pregúntate qué «problema» tienes ahora mismo, no
el año próximo, mañana o dentro de cinco minutos. ¿Qué está mal en este
momento?
Siempre puedes lidiar con el ahora, pero nunca podrás lidiar con el
futuro, y tampoco tienes que hacerlo. La respuesta, la fuerza, la acción justa
o el recurso estarán allí cuando los necesites, no antes ni después.
He mostrado hasta ahora, algunas sugerencias de cómo iniciar o fortalecer, para quienes ya están en este camino, el proceso de auto observarnos. Nos queda confiar y soltar. Desear mucho éxito en la experiencia y en ese camino hacia el conocimiento de sí mismo y de la transformación.
En nuestra próxima publicación revisaremos algunas
implicaciones relacionadas con la motivación para poder conectarla con la
práctica de la auto observación. Comencemos por preguntarnos, qué implica ser
una persona motivada. Nos seguimos leyendo.
Arelis Ramírez
Me encanta.👍
ResponderBorrarGracias.
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMuy bueno, se los recomiendo a todos.
ResponderBorrarHay algo que a veces pensamos que conocemos porque está dentro de cada uno de nosotros y cuando leemos sobre la Motivación nos damos cuenta que nos falta mucho por aprender y siempre digo y repito de nada vale aprender sino lo ponemos en práctica en nuestra vida cotidiana... Casa.. Trabajo... Familiares... Amigos.. Felicitaciones un orgullo ver como venezolanos siguen el camino del éxito
Muchas gracias por leerme y por encontrar utilidad al contenido.
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