Nociones del Campo Cuántico y su relación con la Motivación
Nociones del Campo Cuántico
y su relación con la Motivación
Entramos
ya en el campo de lo cuántico, en el maravilloso y fascinante mundo cuántico. Esta
rama del conocimiento, se especializa en el análisis de la energía y
de la materia, centrándose en cómo se comportan bajo diferentes entornos y
situaciones. De acuerdo a la teoría cuántica, todos los sistemas albergan
diferentes estados físicos que pueden describirse a partir de ecuaciones.
Estos estados se conocen como estados cuánticos.
Aquí veremos algunas de las nociones básicas de este tema pues sus avances y la profundidad requerida para su comprensión sería materia de varios escritos que versaran exclusivamente sobre eso. No obstante, tomaremos un contexto general que nos permite entender el escenario que asociamos con lo que llamamos Motivación Cuántica. Sabemos ya, que lo cuántico es un adjetivo en el campo de la física. Para nosotros, un campo invisible de energía.
Al
reconocer que dentro de ese campo cuántico, mente y materia están ligadas en tanto
una afecta a la otra, se reconoce que la mente tiene un efecto sobre el mundo
objetivo, es decir podemos crear.
Este proceso de creación surge porque nuestro cerebro no distingue lo que está sucediendo en el
mundo exterior, de la realidad que está pasando en el mundo interior de la
mente. Por eso, cuando recordamos algo que nos impactó emocionalmente, al
recordarlo lo vivimos nuevamente como si realmente estuviera sucediendo. Veamos
el ejemplo del limón, ese limón que en materia no existe pero que al imaginarlo
jugoso y llevarlo a nuestra boca, afecta a nuestro organismo como si
efectivamente existiera y es una creación de nuestra mente.
Proyectamos en la pantalla del mundo —campo cuántico— desde ahí, nuestra masa cerebral, que es cuántica, procesa la información de entrada y de salida y solo nuestra conciencia de ello puede permitirnos cambiar los programas que llamamos, creencias.
El pensamiento cuántico se proyecta a través del observador, que manifiesta una manera de pensar. Recordemos que tanto los pensamientos como los sentimientos tienen una señal electromagnética. Nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo cuántico y nuestros sentimientos tendrían el poder de «atraer magnéticamente» esas situaciones en la vida.
Al
unirse, lo que pensamos y lo que sentimos se produce un estado del ser, que genera
una huella electromagnética. Ese hecho hace que nos preguntemos: ¿Qué estoy
transmitiendo (de manera consciente o inconsciente) en la vida cotidiana?
Todas las experiencias existen en potencia como improntas electromagnéticas en el campo cuántico como un patrón de frecuencia de energía. Al cambiar tu estado del ser (es decir, cambiar tus creencias, emociones y comportamientos) creas un nuevo campo electromagnético que coincide con ese potencial en el campo cuántico de la información.
Las
ondas de una señal son mucho más potentes cuando son coherentes, y lo mismo ocurre cuando tus
pensamientos están alineados con tus sentimientos. Cuando tus pensamientos
claros y centrados en tu objetivo van acompañados de una apasionada implicación
emocional, transmiten una señal electromagnética más potente que te atrae hacia
una posible realidad que coincide con la que tú deseas.
Hay
tres cosas que debemos entender para trabajarlas en este proceso de revisión
que nos ocupa. Una tiene que ver con la formación de redes neurales o
neuronales, la otra con hábitos y finalmente -la última- con las creencias.
La
creencia siempre es poder. Lo que nosotros lleguemos a creer sobre algo puede
darnos la fuerza necesaria para superar cualquier muralla o para creer que
nunca podremos superarla.
Es muy importante el desarrollo de una mente cuántica: una mente que sabe que el «poder» está en cada uno, y que nosotros ayudamos a activarlo con nuestra forma de ver y entender cosas ¿Podría haber mayor motivación que esa, que el sabernos creadores de nuestra realidad?
Ahora
es interesante preguntarnos si dentro de esa responsabilidad creativa ¿se
pueden alterar las redes neuronales?
La
respuesta es, sí, y a eso se le llama plasticidad del cerebro. Para cambiar una red neuronal, para desligar dos
conceptos, es necesario cambiar el patrón de pensamiento y hacerlo muchas
veces, para establecer una nueva red neuronal.
El cerebro tiene la capacidad de reconstruirse o modificarse,
y para ello necesitaría la implicación consciente. Has de hacer
conscientes todas aquellas creencias que están en el subconsciente y que te
provocan bloqueos.
Joe
Dispenza, bioquímico y neurocientífico, se está convirtiendo en estos últimos
años un abanderado de la mente y la realidad cuántica. Él afirma que «la mente
determina la experiencia exterior, porque todo se reduce a campos de energía,
de modo que nuestro pensamiento altera constantemente nuestra realidad». Así
pues, según el autor «es posible cambiar las circunstancias de la realidad si
sabemos cómo».
«La
mayoría de las personas están pensando en sus problemas en lugar de pensar en
las posibilidades».
Dispenza
asegura que creamos nuestro futuro. La cuestión es que siempre creamos el mismo,
reafirmando nuestra personalidad. Vivimos guiados por una serie de
pensamientos, conductas y reacciones emocionales que hemos memorizado. Afirma
que son como programas informáticos instalados en el subconsciente.
Así
pues, según el autor, parte del cambio para crear la vida que queremos
radica «en ser
más grande que las circunstancias de tu vida. O somos las víctimas de nuestra realidad o los creadores». Asegura que cuando tenemos una visión
de la vida, nuestro comportamiento debe responder a sus intenciones. La mente y
el cuerpo deben trabajar juntos, debe haber coherencia. Para que ocurra algo
nuevo, hemos de hacer que suceda algo nuevo.
Para
que quienes lo deseen vayan conociendo un poco más de este tema y enfoque les sugiero
la lectura del libro “Deja de ser Tú” del autor Joe Dispenza. Espero tengas la
motivación de leerlo, de ser así, el tiempo aparecerá. Igual, para los que aún
no se conecten con ese interés de leer toda la obra, les comparto un breve
resumen de uno de sus primeros capítulos que particularmente pienso que es
fundamental y centro de su enfoque.
Tu yo cuántico de Joe
Dispenza
Conceptos
básicos del modelo cuántico: toda realidad física no es más que energía que
existe en una inmensa red interconectada más allá del espacio y el tiempo. Esta
red, del campo cuántico, contiene todas las posibilidades, y nosotros podemos
hacer que se materialicen por medio de nuestros pensamientos (conciencia),
observación, sentimientos y estado del ser. La mente es materia y la materia es
mente.
Lo
primero es aceptar que tu mente (subjetivo) tiene un efecto sobre tu (mundo)
objetivo. En la física cuántica, el efecto observador afirma que donde pones tu
atención, ahí pones tu energía, por lo tanto afectas el mundo material. Si
aceptamos esta idea empezaremos a centrarnos en lo que queremos, en lugar de lo
que no queremos.
La
arquitectura neurológica de nuestro cerebro refleja los problemas, las
condiciones personales y las circunstancias de nuestra vida. Los programas
instalados en el subconsciente son producto de conductas, pensamientos y
reacciones emocionales memorizadas. Por esta razón, los pensamientos positivos
no bastan, ya que la mayor parte de quien somos reside a nivel subconsciente
como negatividad en el cuerpo. Y el tercer aspecto es el tiempo; vivimos
anticipando situaciones futuras o rememorando recuerdos.
En
el estado adecuado nuestro cerebro no distingue lo que está sucediendo en el
mundo exterior de la realidad que está pasando en el mundo interior de tu
mente. Por esta razón si se repite mentalmente una experiencia que se desea
vivir en el futuro, sentiremos las emociones asociadas a esa experiencia que
nos produce antes de que se materialice en nuestra vida. Con eso entramos en un
nuevo estado del SER, porque la mente y el cuerpo funcionan como uno.
El
modelo según el cual los pensamientos se ven como la carga eléctrica y los
sentimientos como la carga magnética en el campo cuántico, es muy útil.
Al
manifestarse una nueva experiencia en tu vida, la energía y motivación que te
produce en forma de emoción elevada, como fuerza interior, maravilla o una
gratitud inmensa, te empuja a volver hacerlo una y otra vez. Ahí nos estaríamos
encaminando hacia una verdadera evolución.
Si
deseas obtener un nuevo resultado, debes suprimir el hábito de ser el mismo de
siempre y reinventarte. El cambio
requiere coherencia: alinea tus pensamientos y sentimientos. La creación
cuántica solo funciona cuando tus pensamientos están alineados con tus
sentimientos. No debemos intentar predecir como nuestras creaciones se
manifestarán. Y antes de alcanzar el resultado, agradécelo. El modelo cuántico,
nos reta a agradecer antes de experimentar la evidencia física con nuestros
sentidos.
El
modelo cuántico de la realidad nos dice que para cambiar nuestra vida debemos
cambiar nuestra forma de pensar, actuar y sentir. Debemos cambiar tu estado del
ser. Como nuestros pensamientos, sentimientos y conducta son, en esencia,
nuestra personalidad, es esta la que crea nuestra realidad personal. Así que
para crear una nueva realidad personal, una nueva vida, debemos crear una nueva
personalidad, convertirnos en otra persona.
La
neurociencia ha demostrado que cambiamos nuestro cerebro y por medio del repaso
mental (imaginar repetidamente que realizamos una acción), los circuitos del
cerebro se reorganizan para reflejar nuestros objetivos. Podemos hacer que
nuestros pensamientos sean tan reales que el cerebro cambia como si la
situación ya fuera una realidad física. Mediante el simple proceso de repetir
mentalmente una actividad, podemos obtener grandes beneficios.
Compartido
este resumen que solo es un abreboca para tan interesante disertación del
autor, les comento sobre lo que ocurre en nuestra vida cuando logramos
equilibrar y armonizar intenciones y emociones.
Esto de las sincronicidades es genial. A mí no deja de asombrarme ¿Te ha sucedido que piensas en algo o en alguien y por sintonía se manifiesta o esa persona en tu vida o alguien que te habla de algo en lo que estabas pensando? Esa sincronicidad, es vibración que se atrae y se manifiesta de distintos modos.
Así
que de aquí en adelante pon mucha atención a cómo esto se manifiesta en tu
vida, reconoce ahora que son grandes oportunidades con las cuales debes
conectar desde el estado de creación.
Lo
opuesto al estado de creación es el estado de sobrevivencia o supervivencia. Es
importante acotar que desde ese estado es imposible crear. Ante las expresiones
de estrés nuestro cerebro y cuerpo son golpeados y estos se desequilibran, se
activa el sistema de lucha y el cuerpo consume los recursos vitales.
Ningún organismo puede vivir en modo sobrevivencia durante un tiempo prolongado por lo que el organismo se enferma. El riesgo es el condicionamiento y la adicción que ya mencionamos, a esa condición. El estado de creación, es el que se rige por las emociones elevadas que ya hemos visto. Esas emociones comienzan a restaurar y reparar el sistema inmune.
¿Cómo hacemos todo eso posible?
En estado pleno de
conexión y una de las técnicas predilectas es: Meditando
Sí,
meditando. Accediendo a una profunda conexión que nos permita experimentar la
fusión de mente-cuerpo y de materia con consciencia. El propósito de la
meditación es ir más allá de la mente analítica, que separa la mente consciente
de lo inconsciente.
Supone auto observar, conectar, acceder. Entrar al sistema operativo subconsciente donde residen los hábitos y conductas negativas y cambiarlos. Estás prácticas conectivas favorecen el acto de observar los estados de la mente y el cuerpo.
“Todo permanece igual en el cuerpo, si tú permaneces igual”.
Sintonizar la energía y entrar a ese campo unificador, permite alcanzar los niveles de orden y conexión, enfocarnos en la energía, lo cual produce más orden y coherencia en el cerebro. La meditación es también un buen método para conseguir activar nuevas redes neuronales.
Está
demostrado, desde el punto de vista científico, que meditar regularmente,
durante mucho tiempo, altera algunas estructuras del cerebro y, sobre
todo, ayuda a deshacer ciertas redes neuronales que nos condenan a repetir
patrones de conducta destructivos.
Para
los procesos de creación son fundamentales las rutinas y la disciplina de la
conexión a través de la meditación, poner en sintonía nuestro centro cardíaco
con nuestro cerebro en un proceso llamado ralentización de las ondas. Es desde
esa armonía y conexión que podemos Crear.
Por
eso es muy importante el desarrollo de las habilidades meditativas y el darse
el tiempo para hacerlo. Algunos podrían pensar ¿y algo tan maravilloso como
crear la realidad que quiero, se consigue con algo, al menos en apariencia, tan
sencillo? Y la respuesta es que con el tiempo llega a serlo (sencillo),
pero en sus inicios debemos batirnos con la disciplina para mantener su
práctica, la fe para confiar en sus resultados y no subestimar su alcance, el
entrenamiento para acceder a niveles cada vez más profundos de consciencia, y a
la voluntad para mantenernos a pesar de las dificultades, los saboteos y los
autosaboteos.
Lo
primero que debemos hacer es convertirlo en un hábito consciente, en una rutina
consciente, aplicar lo que en psicología positiva se llama, involucramiento, que implica sumergirse
y experimentar.
En
el proceso de meditación es fundamental la respiración, esa energía de fuerza
vital de la cual no podemos prescindir.
“Si te enfocas en el momento presente colocas
toda tu energía ahí, tienes mucha energía para hacer cosas increíbles, todas
esas posibilidades existen en el campo cuántico, con posibilidades
electromagnéticas, existen como frecuencia con las que debes conectarte”. Joe
Dispenza
Sobre
esta visión hay una frase que creo lo resume, perfectamente: “Ni
lo que está detrás de ti (pasado), ni lo que está delante de ti (futuro), es
tan poderoso como lo que está dentro de ti”.
Si
aplicamos esta disciplina de la meditación de aquí en adelante habrá mucha más
conexión, impulso y éxito natural. Si podemos incorporarla a nuestra vida con
disciplina, de seguro veremos resultados extraordinarios.
Los
invito a realizarla…
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